Si te parece que tu pareja no te oye cuando le estás hablando o sientes que no hace caso, no eres la única persona con este problema. El individualismo y el egoísmo imperante en nuestros días hacen que sentirse ignorado/a sea algo frecuente.
En este artículo describimos diversos tipos de problemas de comunicación en la pareja frecuentes hoy en día, y ofrecemos una estrategia para solucionarlos y evitar que se haga urgentemente necesaria una terapia profesional de pareja.
Antes de empezar, sugerimos realizar la Escala de Evaluación de la Relación de Pareja, un test que mide el grado de satisfacción de cada individuo con su relación.
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No me escucha
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Las siguientes situaciones se producen cuando existe un problema de comunicación en la pareja. Quien más lo sufre o es más consciente, no tiene porqué ser el más débil o la víctima de la pareja.
Me ignora
Le estás contando tus sentimientos sobre algo que te ha ocurrido durante tu jornada laboral y ves que sus ojos están como ausentes, una señal de que está pensando en otra cosa… Aunque asienta a lo que dices.
No me hace caso
Cuando te cuenta algo importante de su vida, tienes una tendencia a ponerte en su lugar, e incluso llegas a sentir algo similar a lo que pueda estar sintiendo, ya sean sentimientos positivos o negativos.
Te gustaría una reciprocidad, pero… La realidad es muy distinta a lo que desearías.
No me desea
En las últimas semanas, meses o años ha disminuido de forma llamativa vuestra frecuencia de encuentros sexuales, y ello te hace sentir frustración, baja autoestima e incluso tristeza.
Te da la sensación de que os falta chispa, te sientes aburrida con él, o sospechas que no te desea sexualmente.
Problemas de comunicación. Cómo solucionarlo
A continuación te presentamos una estrategia simple y rápida para solucionar vuestros problemas de comunicación en pareja.
Si a menudo sientes que no te hace caso, no te escucha, o te ignora, no pierdas el tiempo y ponte a resolverlo antes de que sea demasiado tarde.
Paciencia
Puede ser algo transitorio por una mala racha o un cambio vital importante: estrés, preocupaciones, sobrecarga laboral, etc. Si esta situación es identificable, conviene comprender y apoyar a la pareja todo el tiempo que sea necesario.
Elegir bien el momento
Evitar sacar el tema durante el transcurso de una discusión, en momentos de cansancio o estrés, o cuando se está ocupado en otras cosas.
Aprovechar la oportunidad cuando hay un espacio considerable de tiempo libre por delante y existe un buen talante en ambos.
Tomar la iniciativa
No es esperable que la pareja que presuntamente no escucha saque el tema. Es muy recomendable tener paciencia y elegir un buen momento, pero sin dejar pasar las buenas oportunidades por miedo, inseguridad o dudas.
Cuidar los modales
La empatía (ponerse en el lugar de la otra persona), el tono agradable y la evitación de palabras soeces son fundamentales para que el mensaje llegue a la pareja con claridad y sin interferencias.
Argumentar
Antes de decidirse hay que tener claro el discurso que se va a emplear. No sólo conviene incluir pruebas y ejemplos del déficit de escucha, sino también una descripción sincera del efecto de tal actitud, y de las consecuencias que a corto y largo plazo puede tener.
Y recuerda el refrán: «lo bueno y breve, dos veces bueno.»
Enfocarse hacia la meta
Si te encuentras en medio de una crisis de pareja, no permitas que la ira, la melancolía, el miedo u otro sentimiento negativo te ciegue hasta el punto de perder la perspectiva de que tu objetivo es: conservar, nutrir, desarrollar, salvar, o mejorar tu relación.
Como comprenderás, los momentos difíciles son los menos adecuados para someter a la pareja a pruebas de congruencia. Más bien son épocas en las que conviene colaborar para lograr un equilibrio emocional en ambos que os ayude a recordar vuestra meta prioritaria.
Cuando dudes o te desanimes por la actitud del otro, recuerda esa meta. Te aliviará y te ayudará a centrarte de nuevo en tu estrategia.
Reflexionar sobre su reacción
No te precipites. Tómate un tiempo para analizar su reacción. Puede ser fruto de la sorpresa, la ira o la autodefensa. Espera unos días, a veces las personas recapacitan, analizan el mensaje y cambian su respuesta.
Si la respuesta no cambia, reflexiona sobre las causas y, si no estás de acuerdo, elabora los argumentos para rebatirla cuando se presente la próxima ocasión.
Si tu pareja te ha criticado, aprovecha para hacer un autoexamen sincero y, si crees que tiene razón, no tengas miedo de pedir disculpas y llevar a cabo un propósito de enmienda sobre aquellos errores que hayas podido identificar en ti.
Más paciencia
Incluso si la pareja reconoce su error y acepta corregirlo, hay que armarse de paciencia. La mejora en la comunicación no suele ser rápida y los ajustes son necesarios durante toda la vida en pareja.
Si reconoces una mejoría, por pequeña que sea, no dudes en felicitar y agradecer. Sin duda, su cambio es una muestra de amor y empatía. Demuestra tu confianza.